Heidegger y yo, judío
por Arnoldo Liberman
Prólogo de Santiago Kovadloff
Alguna vez comencé mi itinerario por lo que posteriormente llamé “mis padres sustitutos” con libros sobre Gustav Mahler, Richard Wagner, Arnold Schönberg y Franz Kafka. Hoy el sendero transita el pensamiento y las vicisitudes de la vida de Martín Heidegger, aquel que, obnubilado por su fuerza filosófica, sus discípulos llamaban, como lo hizo Hannah Arendt, “el rey secreto del pensamiento” y se creían iniciados en una sabiduría oculta. Era la época en que la Gran Guerra trastocó los valores del “mundo del ayer”, Trakl con sus poemas trágicos, Rilke con sus ángeles negros, Kafka con sus pesadillas oníricas y Thomas Mann con La montaña mágica y la seducción de lo enfermizo, todos cercanos al latido de fondo de Ser y tiempo. 
Las banderas políticas, las causas humanitarias o los parámetros de la ética no sirven para clasificar a los genios (y muchas veces a la gente de a pie, como vemos hoy en España misma). El transitado “ser para la muerte” del pensamiento de Heidegger (adoptado luego por el existencialismo francés) –un “ser para la muerte” que a veces pienso que lo escribieron sólo para los judíos–, es un mandato ideológico y un imperativo categórico que se hace transparente en el pensamiento del autor de Ser y tiempo. Mi intención en estas páginas es recorrer ese sendero, con sus alternativas y sus errancias, para alcanzar, al menos, una mínima certeza sobre lo que pienso cuando estoy frente a mi propio espejo.
ISBN 978-84-87765-56-8 | 260 pp |  20,00 €